martes, 22 de febrero de 2011

QUIZÁS


Un fruto que germinó me pone entre la espada y la pared, que tremendo dilema.

Ese fruto por sí mismo tan maravilloso, a veces irritante y acaparador, a veces manantial de dulzura y delicadeza, a veces tan indefenso y a veces tan egocéntrico y dictador, ese fruto al fin medio tuyo y medio mío, a veces tuyo y a veces mío, oh! ese fruto deseado me coloca ahora mismo entre la espada y la pared.

Ese fruto que te quiere y que te adora, que te necesita y te extraña, ese fruto al que no puedo separar de ti, ese fruto que sin saberlo me ha puesto entre la espada y la pared.

Quizás algún día cuando ese fruto madure, me haga sentir libre y tomar mi rumbo de nuevo, quizás cuando ese fruto alcance su plenitud me de cuenta de que siempre fui libre, quizás... quizás cuando me quiera dar cuenta ya sea demasiado tarde, quizás.... quizás esto no tenga sentido y solo sea un abismo sinuoso creado por mi imaginación.

Quizás...

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